KidsChat es una aplicación de mensajería hecha para niños con control parental.
Los padres podrán estar tranquilos porque ellos son los que controlan lo que sus hijos hacen en la aplicación.
Son los encargados de añadir sus contactos, lo que quiere decir que no podrán hablar con alguien a quien los padres no hayan dado su aprobación.
Las conversaciones están encriptadas, lo que proporciona mayor privacidad.
Los padres pueden ver todas las conversaciones que tienen sus hijos, pero no podrán participar en ellas.
Tendrán la potestad de aprobar el envío y recepción de imágenes y videos.